martes, 9 de abril de 2013

Pánico: Miedo muy grande.



No se afeitó. Esa mañana tampoco lo había hecho. Se puso las gafas oscuras y salió a la calle. A estas horas ya le estarían esperando. Empezaba a anochecer. En su casa iba a ser el primer sitio en donde le buscarían. Así que se alejó lo más que pudo. Vagó por las calles durante una hora larga.
Se sintió cansado, las piernas le flojeaban porque no estaba acostumbrado al ejercicio. Descansó un rato en el banco de un parque y deshizo el camino andado. Pero no entró en el apartamento. Fue directamente al garaje.
Todo en orden, llevaba encima las llaves del coche y suficiente dinero. Una muda?... Cepillo de dientes?... No, no, en estos momentos podrían estar llamando a su casa.

En pocos minutos llegó a la carretera de circunvalación y de ahí a la autovía del Norte. Fumó unos cuantos cigarrillos y mascó unos cuantos chicles hasta que sintió hambre.
Apagó la música y aparcó frente a un hotelito de carretera. Afortunadamente no le reconocieron. En su documento de identidad aparecía un nombre distinto. Le costó mucho dormirse. Tuvo un sueño muy angustioso: Le miraban... Toda aquella gente le miraba a él. En sus miradas odiosas había implícito un mensaje: "No te perdonamos un fallo"

El día amaneció nublado. Condujo más de doscientos kilómetros de un tirón. Sintonizó sólo emisoras que ofrecían música, no quería escuchar las noticias. Decidió escapar al extranjero. Sí, se sentiría más cómodo al otro lado de la frontera.
Antes de llegar al peaje de la autopista fue sorprendido por un control de la Guardia Civil. Imposible echar marcha atrás, estaba atrapado!...
El agente le pidió rutinariamente el carné de conducir y los papeles del coche.  El perspicaz agente descubrió quién era aquel hombre que se ocultaba tras las gafas de sol y la barba de tres días.
"Señor Carmona, haría usted muy bien en volver a su casa. Tenga en cuenta que su familia está muy preocupada. Nosotros... nosotros no podemos obligarle, es sólo un consejo por su bien. Ahora lo de menos es el teatro y lo importante es usted, su salud"
Sí, puede que tuviese razón aquel guardia, era absurdo continuar la huída.

Titulares de la prensa:

"El actor Marcos Carmona pide perdón al público y a la empresa del teatro. No es la primera vez que Carmona sufre un ataque de pánico escénico antes de un estreno"

"El estreno de "Unas gotas de cianuro para mi troll", original de la dramaturga Teresa Coscojuela, hubo de ser suspendida por un ataque de pánico escénico del actor Marcos Carmona"

6 comentarios:

  1. Toda profesion tiene su cruz, y la del actor debe ser el panico escenico. Por cierto ¿cuando vuelves a los escenarios? Se supone que un actor no se jubila nunca, mira Sara Montiel, o Marivi Romero

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    1. ¿?
      Sara Montiel acaba de fenecer y no conozco otra Marivi Romero que la periodista taurina. ¿Existe una actriz con ese nombre? Hombre, no digo que no, simplemente que jamás he sabido de ella. ¿En qué obras ha actuado?
      En fin, supongo que te refieres a Marvi Bilbao. Eres así, amigo mío, no das pie con bola.

      Si voy errada me encantará que por fin me lo demuestres. Ya sabes que te aprecio un montón y te agradezco tu constante ayuda.

      Un besote gordo.

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    2. No, la cruz del actor no es el pánico escénico, señor director, sino la estabilidad laboral. El miedo es cosa habitual pero se puede combatir; el paro ya es más grave.

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    3. Sí, se refiere a Mariví Bilbao, también fallecida estos días. El director tiene lapsus de memoria como yo.

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  2. ¡JA JA JA! Esto ha sido grande, me he echado a reír nada más leer lo de la dramaturga. Claaarooo... va a ser que lo que escribe provoca tal pánico que...

    Oiga, le paso una confidencia de la dramaturga. Dice que de cianuro nada, que la troll necesita un barril de tila porque anda haciéndo palmas con que su enemiga ha muerto por fin. Resulta divertido leer sus burradas, no da una, la pobre chinche.

    ¡Gracias mil, me ha animado mucho!

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  3. De nada!... Y espero animarla muchísimas más veces... para compensar los sinsabores que la provocan sus fatídicos trolls. Ya la están "matando"?... Ese es un buen síntoma, sólo lo hacen con la gente que está muy viva y dando guerra. Es algo parecido a lo de los mesiánicos con el fin del mundo.

    Viva el miércoles!

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