martes, 26 de marzo de 2013

El inspector Churriguera alucina con el comisario Lopategui Serranillos.



- Tu la mataste a traición, sin compasión alguna.
- Hice lo que me dictó la conciencia en ese momento.
- Eres un maldito cretino, Gonzalo, y te mereces esto.
Sacó una pistola y le apuntó.
- Qué haces, Dios mio!... Guarda eso!... Por favor!... Por favor, Arturo!
- Te jode que te maten, no?, pues a ella también.
Y desoyendo las súplicas de Gonzalo, apuntó a su cabeza y disparó.

Cayó espectacularmente sobre la alfombra del escenario y el público prorrumpió en un fortísimo aplauso. Algunos, incluso, se pusieron de pie para aplaudir con más pasión. Nunca se había aplaudido esta escena porque "nunca había muerto el actor con tanto realismo"
Efectivamente, había muerto el actor. El otro actor, el que hacía de Arturo, se desprendió del arma como si le quemase, dejándola caer sobre el sofá. Su compañero tenía un boquete en la cabeza por el que manaba sangre y parte de la masa encefálica había quedado fuera. El "actor asesino" tuvo que ser atendido de un sock nervioso. Otros actores del elenco también necesitaron atención sicológica.





Comisaría del barrio del Divino Pastor

- No tenemos nada, comisario. Es un caso dificíl de los que tardan en resolverse o no se resuelven nunca. - dijo en tono fingidamente lastimero el inspector Churriguera - Sólo sabemos que alguien cambió la pistola falsa por otra igualita pero de verdad, incluyendo munición en el cargador. Sin duda un profesional, un asesino con la mente muy fría.
Incomprensiblemente, el comisario Lopategui Serranillos sonrió.
- Yo sé quién ha sido, inspector.
Los ojos de Churriguera, hasta ahora medio adormilados, se abrieron como platos.
- Qué me está diciendo, comisario?, je, je,. es una broma, sin duda.
- No, nunca hablo en broma sobre temas del trabajo. Sencillamente, yo sé quién es el asesino.

( Continúa mañana )

8 comentarios:

  1. Leona, voy por la mitad de "El Valle de las Sombras" Está muy interesante, más realista que 1.969, pero también con menos humor. La pareja protagonista es una de las parejas más extrañs de la literatura.
    Gracias por la recomendación! La haré un comentario al final.

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    1. Me complace que le guste.
      Tristante, como Silva, tiene la serie del inspector Ros y el segundo los picoletos, pero aparte de esto, ambos escriben sobre otros temas sin encasillarse, vamos, que una novela puede contener humor y la siguiente nada en absoluto.

      Terminé 'La isla del fin de la suerte', incluídos los desenlaces descartados. Me quedo con el publicado, lo veía venir; nadie sino el dueño de la isla y la casa puede hacer y deshacer de semejante manera, además de que todo apuntaba que le quedaba poco de vida y cuando alguien forrado de pasta se encuentra al final del camino, suele montar la última gran diversión.
      Al menos esta ha estado plagada de humor si exceptuamos el primer cadáver, pero claro, una novela policiaca o de misterio sin cadáver es como un panecillo de plastilina.

      Estoy con Petra Delicado, 'Serpientes en el paraíso', el único que tenían en ese momento. Me gusta. Creo que ya sé quien es la última amante del abogado asesinado en la piscina, je je je... Tanta colaboración con la poli, tanto estar encima constantemente... Bueno, aún me quedan unas 100 páginas.

      ¡Hombre, volvemos a tener a nuestros amigos del Divino Pastor! ¡Qué bien!
      Así, a bote pronto, sin trama de por medio, no caigo, a no ser algo muy evidente. No lo digo para no estropear el relato.

      ¡Hasta mañana!

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    2. Puesto que me ha dado usted su permiso en el correo electrónico, pego aquí su respuesta por tener problemas con los blogs -todos, no sólo con este-.

      Cierto, los cadáveres son la "salsilla" de la novela negra o policiaca, y cuantos más mejor, como los zombís o lo marcianos en las de ciencia ficción.
      "Serpientes del Paraíso" recuerdo que me gustó mucho. Qué casualidad, en "El silencio de los claustros" también sale algo que tiene que ver con el Paraíso, debe ser el "fetiche" de esta mujer, al igual que Tristante hace aparecer el apellido murciano Guarinós en las dos novelas que he leído de él, y el pueblo murciano Puente Tocinos.
      En "El silencio de los claustros" no es previsible el final. Seguro que no lo acierta. Le reto a que lea la novela y ya me dirá, que al mismo tiempo la va a encantar. En humor, ironías y crítica social simpática está Doña Alicia al nivel del señor Silva, se ve que es algo muy propio de los autores de este genero. Tristante en 1.969 también tiene muy buenos golpes de humor.
      Otros maestros de la ciencia ficción que destacan por su fina ironía y estupendos protagonistas son George Simenón y Petros Markaris. Del último sólo he conseguido una novela, pero a Simenón le he leído varias que tienen en la biblioteca de la city. Ambos son unos genios.
      Ahora me viene a la memoria las salchichas "El Paraiso" que vendía Ignatius, je, je!

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    3. Venga, acepto el reto de 'El silencio de los claustros'. Es muy posible que no acierte si lo dice usted, porque los buenos autores a veces dan un giro inesperado que te deja con un palmo de narices.

      No recuerdo haber leído nada de Georges Simenon, aunque su comisario Maigret es famoso por pelis. Del armenio ni idea, ni una.

      Ah, nuestro admirado Ignatius... Bueno, su autor, claro. La palabra paraíso se usa muy alegremente y vaya usted a saber si en realidad se refiere al infierno ;D

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  2. No se arrepentirá, a mi El silencio de los claustros me ha encantado. George Simenon se forró con sus novelas de Maigret y fue un ídolo nacional en su país. Markaris también es muy querido y respetado en su tierra.
    Ignatius se ponía hasta el culo de salchichas El Paraíso, para desesperación de su irrascible patrono, je, je!

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    1. Acerté con 'Serpientes en el paraíso', je je je... La cafetera me olió a chamusquina pronto.

      Ignatius me recuerda un poco -sólo un poco- a Silvio José, de 'El Jueves', ese párasito cuarentón que se alimenta de salchichas 'Chisparritas' y tiene amargado a su pobre padre.
      Supongo que no conoce al personaje, pero es bastante similar, excepto, claro, que carece de la inteligencia con la que John Kennedy O'Toole plasmó en su obra.

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  3. Es que la enorme gracia del enorme personaje ( valga la redundancia festiva ) era ese contraste entre su cerebro teórico medievalista y su torpeza y rechazo a la realidad de la vida cotidiana. Cuidado que leo libros, pero aún no he topado con uno que supere en comicidad a La Conjura, y eso que Eduardo Mendoza es genial.
    Pues aquí me tiene ya de vacaciones porque al estar enferma la seño nos las han anticipado. Mañana no tenemos cole, y comienzan las clases el día quince.
    Lo dicho, para mañana prepararé la anécdota del carné de actor ( un gran absurdo de la puta burocracia ) y el último episodio de Lopategui Serranillos en plan Bevilacqua, je, je!
    Feliz tarde noche!
    ( Ah, ya me quedan unas 80 páginas sólo de El Valle de las Sombras. Me gusta mucho. )

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    1. Muy cierto, el contraste siempre hace gracia y el gordo de la válvula la tiene a puñados.

      Espero impaciente ese carnet de actor y le adelanto que yo me fui al edificio de sindicatos de la Vía Layetana para informarme de cómo montar mi propio grupo de majorettes... ¡Juas juas juas! Ya lo contaré detalladamente.
      ¿Lopategui Serranillos en plan Bevilacqua? Me cuesta imaginarlo, je je je...

      Hasta mañana, y goce usted con el valle ese.

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