martes, 12 de marzo de 2013

Basado en un hecho real que le ocurrió ayer a un gilipollas.

Este gilipollas ya ha perdido muchas cosas en la vida, cuando no le han robado, pero sigue siendo un jodido atolondrado y así le va. Le ocurrió ayer lunes. El gilipollas se dejó olvidado en el autobús un bloc, y en el bloc estaba anotado y corregido el relato que iba a publicar hoy en su blog, además de otros escritos. Y después de la decepción y el mosqueo ( que le pasa por gilipollas, insisto, por no mirar al asiento después de levantar el culo ) no se encontraba con ganas de recordar todo el texto o de volver a imaginar la historia.
En su nombre pido disculpas a los lectores, "incluídos" esos números que salen en la estadística.

4 comentarios:

  1. Por ahí abajo la he dejado comentarios. Buen día!

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  2. ¡Vaya, hombre! Me sabe mal, es lamentable perder tanto trabajo realizado.
    Pruebe a preguntar, tal vez quien lo encontró lo entregó al conductor o en la oficina de objetos perdidos.

    Ánimo.

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  3. Estas cosas acaban en la ofician de objetos perdidos de la compañia en cuestion, prueba a ver si hay suerte

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  4. Hay que dar muchas vueltas y pelearse con el idioma. Me he dado la paliza y lo he vuelto a escribir. Gracias por el consejo.

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