miércoles, 20 de febrero de 2013

Pasado, presente y futuro en en el armario.



Estrellita se sentía muy ilusionada y Pascual muy nervioso. La parejita ya eran novios formales, como se decía antes.
Ya estaban llegando a casa de ella. Estrellita iba a presentar a Pascual a sus padres, iban a "oficializar" el noviazgo. Para Pascual era un mal trago porque había llevado una vida disoluta hasta entonces y raramente se relacionaba con gente convencional. Estrellita ignoraba el pasado disoluto de su novio.

Mariano y Concha esperaban a la parejita viendo en la tele un programa de cotilleos.
- Uy, mira, Mariano, es el niño de Shakira y Piqué, qué monada!... Verás que pronto nuestro hija nos da un nieto tan guapo como este.
- Mujer, si sólo son novios.
Sonó el telefonillo.
- Esos son ellos!
- Pero Estrellita no tiene llave del portal?
- Es igual, tu hija siempre llama, como está acostumbrada a que la abramos desde que era una niña...
- Mamá, soy yo!... Bueno, somos nosotros!
- Te abro, hija, te abro!... Ya suben, Mariano.
Dos minutos después entraban en la casa Estrellita y Pascual. La enamorada exclamó jubilosa:
- Mamá, papá, os presento a mi novio Pascual!
De pronto Mariano se puso pálido. Quedó inmóvil como una estatua. Daba la impresión de que estaba sufriendo un amago de infarto.
- Mariano, Mariano, qué te pasa?!... Ay, Dios, no nos asustes, Mariano!
- Papá, papá, qué te ocurre?!
- Ya está, ya... ya se me está pasando. Ha sido... no sé, algo que me ha sentado mal de la comida.
- Pero si no hemos comido todavía, Mariano.
A Mariano le había sentado mal la presencia de Pascual, la inesperada presencia de este joven "muy conocido"

Retrocedamos dos años.

Pascual es un "chapero" - prostituto de hombres - y Mariano un "bujarrón" - bisexual promiscuo - y ambos se suelen encontrar para sus prácticas sexuales cuando a Mariano le apetece, que por algo es el que paga.

Volvamos al presente.

Concha y Estrellita no le han dado importancia al hecho de que Pascual se haya puesto colorado y sudoroso. Las mujeres lo atribuyen a la timidez del muchacho y a la situación tensa originada por su futuro suegro.
Los siguientes cuarenta y cinco minutos transcurren entre el parloteo de madre e hija y el esfuerzo por guardar las apariencias de los dos varones.

Viajemos al futuro.

Ya han transcurrido cinco años desde el día en que Pascual fue presentado a los padres de Estrellita. La joven pareja son orgullosos papás de dos niños muy guapos que se llaman Mariano y Pascual.
Concha y Mariano, Estrellita y Pascual son gente feliz... mientras no se abra la puerta del armario.

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