- Estoy desolado, Don Belfo.
- Pardiez, qué os ocurre, Don Ordoño?
- Sabido he que la muy putona de mi señora púsome los cuernos mientras estuve combatiendo en la Santa Cruzada.
- Y habéislos matado a ambos?
- Oh, eso quisierade yo, más se han fugado a otro reino.
- Pero decidme, Don Ordoño, vuestra señora no llevaba puesto un cinturón de castidad en vuestra ausencia?
- Voto a Brios!, el muy fijo de puta de su amante es el cerrajero!
Letrillas Indecentes
El marido de Gaudencia
la engaña con Don Armando,
pues ambos tienen querencia
por el pecado nefando.
Raimundo de Tomelloso
disfruta de la Cruzada
si un sarraceno vicioso
le hace una buena mamada.
Cien veces grande España
es la Marquesa Canuta
y el Conde de Carabaña
es hijo de la gran puta.
Caballeros medievales... ¡qué desilusión!
ResponderEliminarSospecho que más bravos eran los caballos que los caballeros que tanta hombría blasonaban con lengua mendaz.
Tenga buen fin de semana y ármese de paciencia con el famoso navio...
El navío face ya tiempo que surcó las procelosas aguas, je, je!... Creo que me ha venido bien hacerlo tan pronto porque ya tengo mi primer relato para el verano, cambiaré la fecha del viaje simplemente, pondré que la singladura del Titanic fue en Agosto.
ResponderEliminarHappy weekend!!
Ni hablar, aunque tengamos que hacerlo usted y yo solos, se hará y daremos una lección a la tripulación, ¡voto a bríos!
EliminarPues venga... votemos a Bríos!... Je, je, je!... y botemos el Titanic un día de estos, y su Señor de los Anillos.
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