
Se quedó contemplando la chatarra en la que se había convertido el vehículo. Vio los dos cadáveres, el suyo y el del chófer, tal cual piltrafas sanguinolentas entre un amasijo de hierros, cristales rotos y neumáticos reventados.
"Tenía que haber matado yo a todos estos hijos de puta... y son ellos los que me han matado a mí"
- No diga palabrotas, Don Luis, que usted ya no es un ser humano.
Observó al ente fantástico que le había hablado.
- Usted quién es... o qué es?
- Soy un ángel y estoy encargado de conducirle a su siguiente destino.
- A dónde?
- Al Purgatorio.
El destrozado cuerpo humano del almirante Carrero Blanco, presidente del penúltimo gobierno franquista, allí quedó esperando a las autoridades y a los gusanos que se lo iban a comer.
Su ánima entró en el Purgatorio.
Esto me parece un poco inexacto. Recuerde que venia de su confesion diaria. San Carrero Blanco preside el cielo a la diestra del Dios padre.
ResponderEliminarPuede que Dios Padre no estuviese de acuerdo con el franquismo, je, je, es una opinión.
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