viernes, 10 de mayo de 2013

Quién ha contratado al asesino? ( y II )



( Final elaborado siguiendo algunas indicaciones del señor director de El Periódico del Prat y Doña Leona Catalana )

- Pues si quiere le despacho ya.
- Un momento, tengo derecho a una última voluntad, no?
- Bueno, yo no soy un juez, pero tampoco le voy a negar el capricho. Dígame de qué se trata y si está en mis manos...
- Quién le ha encargado a usted que me asesine?, sólo quiero saber eso.
- Bien, pues se lo diré si ello le satisface, aunque va a ser una satisfacción muy breve. Empezaré por decirle que el hombre que me ha encargado eliminarle sabe muy bien que, tras su nueva identidad de Lucio Rodabállez el pescadero, se oculta el facineroso Bonifacio Botín, el banquero más malvado que vieron los siglos, y eso que los siglos han visto muchos banqueros malvados.
- Dígame de una vez quién es el bellaco que me ha descubierto.
- El ilustre director de El Periódico del Prat, un hombre muy astuto y con numerosos contactos, quien no ha dudado en mover todos los hilos posibles hasta dar con el cirujano que le cambió el careto, el Doctor Sabino Sierra. Lo demás ha sido fácil: el cirujano ha cantado a los dos minutos de empezar la sesión de torturas.
Fue tarde ya cuando se percató el sicario de la maniobra del pérfido ex banquero. Se había desplazado sigilosamente unos centímetros a su derecha, inclinándose hacia el mostrador, y ya estaba oprimiendo un botón rojo que se hallaba fuera de la vista de su interlocutor odioso. Se abrió una trampilla y surgieron cuatro diabólicos canes, un pitbull y dos rotbaillers entrenados para matar a dentelladas y un diminuto foxterrier que sabía engancharse muy bien a los atributos sexuales humanos hasta arrancárselos de cuajo a la desprevenida víctima.  Y las cuatro bestias feroces destrozaron a mordiscos al humilde sicario, que se llamaba Manolo y era un buen padre de familia en sus ratos de ocio.

"Bien, bien, bien!... Ahora iré a por ti, periodista de los cojones. Sicarios a mi, ja, ja, ja!"

Pero no contaba con una nueva sorpresa. Aquella mujer había seguido los acontecimientos desde su coche, aparcado este muy cerca de la pescadería, escuchando la conversación del sicario y el ex banquero gracias a unos micrófonos ocultos que había instalado la noche anterior en la pescadería. Desde hacía años estaba pendiente de las investigaciones del señor director de El Periódico del Prat, aguardando el instante mágico en el que por fin tuviese localizado al banquero para asesinarle ella misma. Pero el día de víspera decidió no arriesgarse y jugar dos cartas al mismo tiempo. Le dejaría hacer al sicario y a su vez grabaría la conversación, si la hubiese, por si en ella se mencionaba al pagador del sicario, y de esta forma podría pasar la grabación a la policía para inculpar a su también enemigo: el gran periodista del Prat. Y cuando escuchó estas palabras: "ahora iré a por el periodista ese de los cojones", se dio cuenta de que el muerto no era el esperado. Fue entonces cuando decidió retomar la idea de ser ella la ejecutora.
Esperó a que cerrase la pescadería y el monstruo saliese a la calle. Era noche sin luna y los perritos asesinos habían quedado dentro.
Se plantó frente a él apuntándole con su pistola Astra.
- Así que eres pescadero, eh, hijo de puta?!... Una pescadería que está casi sin género y sin clientela e un barrio en donde no vive ni dios. Es la tapadera de un negocio sucio, no?
- Quién es usted, señora, y porqué me apunta con un arma?
- Mírame bien a la cara, cabrón!
- Pues no caigo.

Mientras ambos indeseables iniciaban esta agradable conversación, otra persona accedía al coche de la pistolera y se llevaba la cinta con la grabación de la pescadería.

- Soy Milagros la majorette. Me recuerdas ahora, violador?
- Joder!
- Tú me violaste en aquel hotelucho de Murcia. Despistaste a mi madre diciéndola que vigilase a Teresa Coscojuela porque podía caer en pecado mortal con el viejo director de las majorettes francesas. Lo hiciste para tener el terreno libre y poder abusar de mi.

La persona que acababa de apoderarse de la grabación - única pista que podía haber incriminado al señor director de El Periódico del Prat - hablaba ahora por teléfono con la policía alertando a esta de la posible inmediatez de un asesinato.

- Ha pasado tanto tiempo, Milagros!
- Tanto tiempo, hijo de puta?!... Eso te exime de culpa?... Pues has de saber que de resultas de tu "hazaña" tuve un hijo tonto que ahora milita en el PP, un pobre infeliz que ni siquiera sirve para trincar dinero como los demás, pues me ha salido menos espabilado que Toni Cantó. Te portaste como un cerdo haciendo lo que hiciste conmigo, Bonifacio.
Alzó el arma con una gran sangre fría y apuntó a la cabeza de su enemigo. No podía fallar, lo tenía cerquísima. Craso error, hubiese sido mejor apuntar al estómago porque estaba demasiada oscura
la noche. Las sirenas policiales la hicieron dudar un instante, pero al final decidió cumplir la venganza. Disparó y... silbó la bala en el oído izquierdo del ex banquero pescadero. Los faros de los coches patrulla iluminaron la escena y varias voces megafónicas tronaron: "Tire el arma!... échese al suelo!... al suelo!"

Cuando la tenían retenida en el suelo, tras cachearla concienzudamente y leerla sus derechos, reveló la identidad del hombre aquel que llevaba más de veinte años fugado de la Justicia y ahora exhibía un rostro nuevo pero la misma cara dura. Ambos fueron conducidos a distintos coches patrullas para trasladados a comisaria, mientras la vengativa Milagros no cesaba de preguntarse quién coño habría avisado a la policía. Y no tardó en hallar la respuesta: Apoyada en la puerta trasera entreabierta de uno de los coches patrulleros, una sonrisa maliciosa se dirigia a ella, y sobre la cabeza de esa mujer sonriente vio un bombín... un bombín que le recordaba algo... y a alguien.





8 comentarios:

  1. ¡¡¡BRAVOOOOO!!!

    Muy bueno, me ha hecho reír, es estupendo.

    Supongo que este bombín sí es de mi talla, porque el de Murcia me cabreó cosa mala, je je je...
    Me ha adjudicado usted un papel que ni hecho a medida, pues así soy, buscando pruebas para empapelar.

    ¡Gracias!

    Feliz fin de semana.

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  2. Alégrome de que le guste, buena mujer!... y sobre todo de que se ria. La risa alegra y alarga la vida.
    Le escribo desde mi "breik time" in clase de mates.
    A gozar del sabadete y el dominguete!

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    1. Así es, la risa alarga la vida, pero sólo una risa sana ;D

      ¡Gracias de nuevo!

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    2. Risa sana y también beneficiosa para los que nos rodean.

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  3. Jo, eres un guionista desaprovechado, con el futuro que tendrías en sudamerica!!!

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    1. ¿No me das las gracias, compi?
      Escaqueé la cinta donde se te involucraba. Ainsss... ni te has enterado.

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    2. Es un sabio despistado el ilustre periodista, je, je!

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